TOXOPLASMOSIS Y SALUD OCULAR

La toxoplasmosis es una enfermedad que resulta del parásito Toxoplasma gondii, uno de los parásitos más comunes del mundo. La contaminación ocurre al comer carne contaminada, la exposición a heces de gatos infectados o la transmisión de madre a hijo durante el embarazo.

La toxoplasmosis puede causar síntomas similares a los de la gripe en algunas personas, pero la mayoría de las personas afectadas nunca desarrollan signos ni síntomas. Para los bebés nacidos de madres infectadas y para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, la toxoplasmosis puede causar complicaciones graves.

Causas de la Toxoplasmosis

Aunque el parásito puede estar en casi todos los animales de sangre caliente, los gatos son los únicos huéspedes conocidos. Esto significa que el parásito solo se reproduce en gatos. Un gato con toxoplasmosis puede arrojar millones de huevos en sus heces durante 1 a 3 semanas después de la infección. Es posible contraer T. gondii cuando estás expuesto a heces de gato contaminadas. En general, es muy raro que los humanos contraigan toxoplasmosis de los gatos. Los gatos domésticos a los que no se les permite salir tienen muy pocas posibilidades de portar T. gondii.

La toxoplasmosis se puede contagiar de carne y mariscos crudos o poco cocidos. Esto incluye: cerdo, cordero, venado, ostras, mejillones o almejas. Las carnes y mariscos deben estar cocinados a una temperatura interna segura antes de comerlos. El lavado de manos también es importante, ya que se puede contraer toxoplasmosis al manipular carnes o mariscos crudos o poco cocidos y luego tocarse alguna parte del cuerpo sin lavarse las manos primero.

Debido a que el parásito puede existir en las heces, también se puede encontrar en algunos productos sin lavar que han sido contaminados con heces o estiércol de animales. Lavar las frutas y verduras puede ayudar a prevenir la toxoplasmosis. La contaminación puede ocurrir si usa utensilios o superficies para cocinar que han estado en contacto con carne cruda, mariscos o productos agrícolas. Para evitar la contaminación cruzada, es importante lavar bien estos artículos entre usos. Mantener una higiene adecuada en la cocina puede ayudar a mantener sus superficies (y a usted) a salvo de bacterias y parásitos dañinos.

Síntomas básicos:

La mayoría de las personas no presentan signos ni síntomas y no saben de la infección. Sin embargo, alunas personas desarrollan síntomas como:

  • Dolor del cuerpo
  • Dolor de los ganglios linfáticos inflamados
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Fatiga

En Bebés:

Si se infecta por primera vez justo antes o durante el embarazo, puede transl¿mitirle la infección al bebé (toxoplasmosis congénita). El bebé tiene mayor riesgo de contraer la enfermedad si usted se infecta en el tercer trimestre y menos riesgo si se infecta durante el primero. Pero por otro lado, cuanto antes ocurra la infección en el embarazo, más grave será el resultado para el bebé. Muchas enfermedades terminan en muerte fetal o aborto espontáneo.

Los bebés que sobreviven, es probable que nazcan con problemas graves como: convulsiones, hígado y bazo agrandados, coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos (ictericia) e infecciones oculares graves.

En personas con sistemas inmunológicos debilitados:

  • Dolor de cabeza
  • Confusión
  • Pobre coordinación
  • Convulsiones
  • Problemas pulmonares (parecidos a la tuberculosis o neumonía)
  • Visión borrosa causada por inflamación grave de la retina, llamada “Tuberculosis Ocular

Toxoplasmosis Ocular

La toxoplasmosis ocular es una infección de la retina que puede ser adquirida o congénita. Mientras está en el ojo el parásito puede causar inflamación y cicatrización, lo que puede provocar problemas de visión temporales o permanentes. Por ejemplo, los pacientes pueden experimentar visión borrosa o la presencia de moscas volando.

 Patología de la Toxoplasmosis Ocular

El quiste de la retina puede permanecer inactivo en la cicatriz o cerca de ella durante mucho tiempo; sin embargo, cuando el quiste se rompe, la retinitis puede activarse. Algunos estudios han sugerido una posible vía de infección desde el cerebro hasta el ojo a través del nervio óptico o es probable que la infección ocular esté mediada por el torrente sanguíneo.

La característica básica de la lesión ocular es la retinitis, adyacente a una cicatriz retinicoroidea inactiva. La necrosis de la retina y la coroides con destrucción de los tejidos circundantes se encuentra dentro de la lesión activa.

La respuesta inflamatoria es de naturaleza de reacción de celular mononucleares y consiste en linfocitos y macrófagos en el borde de la lesión. Pueden estar presentes quistes viables e intactos, ya sea adyacentes a las cicatrices o dentro de la necrosis retiniana, y rara vez se pueden identificar taquizoítos (organismos de rápida multiplicación que se encuentran en los tejidos) en el espacio extracelular.

La toxoplasmosis ocular generalmente se asocia con vitritis (reacción inflamatoria que se manifiesta con opacificación, licuefacción y desestructuración del vítreo), y amenudo con uveítis (forma de inflamación ocular que afecta la capa media del tejido de la pared ocular o úvea). Con menor frecuencia, puede presentarse como una papilitis (inflamación del nervio óptico en su trayecto intraocular que produce baja de agudeza visual de evolución rápida).

La edad el primer ataque de toxoplasmosis ocular es típicamente en la segunda década y durante un seguimiento a largo plazo.

En niños con toxoplasmosis congénita, las cataratas pueden ocurrir como una complicación de la retinocoroiditis (inflamación de las coroides y la retina manifestándose por defectos en el campo visual y la visión borrosa) y pueden seguir a una iridociclitis grave (enfermedad inflamatoria que afecta a estructuras oculares específicas, en particular al iris y al cuerpo ciliar). Las cataratas pueden causar ambliopía grave (ojo perezoso) en los niños y es posible que deban extirparse quirúrgicamente.

Vivir con Toxoplasmosis Ocular

La meta del tratamiento es detener la multiplicación del parásito durante el período activo de la retinocoroiditis y minimizar el daño a la retina y al nervio óptico. A pesar de ser una enfermedad auto limitante en la mayoría de los casos, la infección de Toxoplasma puede causar disminución de la visión secundaria al comprometer al nervio óptico o a la mácula, y severa inflamación vítrea. Dado que las lesiones activas, incluso lejos de la mácula, pueden asociarse con pérdida de agudeza visual debido al edema macular, intensa vitritis, tracciones maculares o desprendimiento, debe indicarse el tratamiento de cualquier lesión activa, particularmente dada la emergencia de regímenes de tratamiento más seguros. Además, taquizoitos liberados de los quistes del tejido, reactivados, pueden extenderse a otros sitios en la retina. Por esta razón, algunos creen que el tratamiento de cualquier lesión activa puede asociarse con una disminución de la carga global de taquizoitos, y así disminuir el riesgo de recurrencias. Dicho esto, se apoya el tratamiento antibiótico rutinario para la retinocoroiditis toxoplásmica aguda. Aproximadamente 82 % de los miembros en una encuesta de la Sociedad Americana de Uveítis utilizó corticosteroides sistémicos en el tratamiento de la toxoplasmosis ocular.

En resumen, la toxoplasmosis ocular es la causa más común de uveítis posterior infecciosa en muchos países. Aunque no hay ninguna terapia eficaz para erradicar el organismo, el tratamiento se acompaña por la resolución de la infección activa en la inmensa mayoría de los casos.

 

Autor: Maria B. Sánchez

REFERENCIAS: