ANTIBIÓTICOS: RESISTENCIA

 

Es común encontrar pacientes que presentan síntomas, como tos, dificultad para respirar y fiebre, que pueden estar asociados con varios diagnósticos diferentes. Una de tus primeras preguntas debe ser: «¿Tengo una infección bacteriana o hay una causa no bacteriana de la enfermedad?» Seguido de, «¿Necesitaré antibióticos?»

Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para prevenir y tratar infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias cambian la respuesta al uso de estos medicamentos. Las bacterias, no los humanos ni los animales, se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias pueden infectar a humanos y animales, y las infecciones que causan son más difíciles de tratar que las causadas por bacterias no resistentes.

La resistencia a los antibióticos conduce a mayores costos médicos, estancias hospitalarias prolongadas y aumento de la mortalidad.

El mundo necesita urgentemente cambiar la forma en que prescribe y usa los antibióticos. Incluso si se desarrollan nuevos medicamentos; sin un cambio de comportamiento, la resistencia a los antibióticos seguirá siendo una gran amenaza. Los cambios de comportamiento también deben incluir acciones para reducir la propagación de infecciones a través de la vacunación, el lavado de manos, la práctica de sexo más seguro y una buena higiene alimentaria.

Historia de los antibióticos

El manejo de las infecciones microbianas en el antiguo Egipto, Grecia y China está bien documentado. La era moderna de los antibióticos comenzó con el descubrimiento de la penicilina por parte de Sir Alexander Fleming en 1928. Desde entonces, los antibióticos han transformado la medicina moderna y han salvado millones de vidas. Los antibióticos se recetaron por primera vez para tratar infecciones graves en la década de 1940.

La penicilina tuvo éxito en el control de infecciones bacterianas entre los soldados de la Segunda Guerra Mundial. Poco después, la resistencia a la penicilina se convirtió en un problema clínico sustancial; de modo que, en la década de 1950, muchos de los avances de la década anterior se vieron amenazados. En respuesta, se descubrieron, desarrollaron y desplegaron nuevos antibióticos betalactámicos, restaurando la confianza. Sin embargo, el primer caso de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) fue identificado durante esa misma década, en el Reino Unido en 1962 y en los Estados Unidos en 1968.

Desafortunadamente, con el tiempo se ha observado resistencia a casi todos los antibióticos que se han desarrollado. La vancomicina se introdujo en la práctica clínica en 1972 para el tratamiento de la resistencia a la meticilina tanto en S. aureus como en estafilococos coagulasa negativos. Ha sido tan difícil inducir la resistencia a la vancomicina que se creía improbable que ocurriera en un entorno clínico. Sin embargo, se informaron casos de resistencia a la vancomicina en estafilococos coagulasa negativos en 1979 y 1983. Desde finales de la década de 1960 hasta principios de la de 1980, la industria farmacéutica introdujo muchos antibióticos nuevos para resolver el problema de la resistencia, pero después de eso, el flujo de antibióticos comenzó a agotarse y se introdujeron menos medicamentos nuevos. Como resultado, en 2015, muchas décadas después de que los primeros pacientes fueran tratados con antibióticos, las infecciones bacterianas han vuelto a aparecer y a convertirse en una amenaza.

Beneficios de los antibióticos

Los antibióticos no solo han salvado la vida de los pacientes, sino que han jugado un papel fundamental en el logro de grandes avances en medicina y cirugía. Han prevenido o tratado con éxito infecciones que pueden ocurrir en pacientes que están recibiendo tratamientos de quimioterapia; que tienen enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad renal en etapa terminal o artritis reumatoide; o que han tenido cirugías complejas como trasplantes de órganos, reemplazos articulares o cirugía cardíaca.

Los antibióticos también han ayudado a prolongar la expectativa de vida al cambiar el resultado de las infecciones bacterianas. En 1920, se esperaba que las personas en EE. UU. vivieran solo 56 años; ahora, sin embargo, el promedio de vida en EE. UU. es de casi 80 años. Los antibióticos han tenido efectos beneficiosos similares en todo el mundo. En los países en desarrollo donde el saneamiento aún es deficiente, los antibióticos reducen la morbilidad y la mortalidad causadas por infecciones transmitidas por los alimentos y otras relacionadas con la pobreza.

¿Cómo el uso de antibióticos afecta la resistencia?

La resistencia a los antibióticos se acelera por el uso indebido y excesivo de antibióticos, así como por la prevención y el control deficientes de las infecciones. Se pueden tomar medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto y limitar la propagación de la resistencia. Los antibióticos salvan vidas, pero su uso puede contribuir al desarrollo de gérmenes resistentes. La resistencia a los antibióticos se acelera cuando la presencia de antibióticos presiona a las bacterias para que se adapten.

Los antibióticos matan algunos gérmenes que causan infecciones, pero también matan gérmenes útiles que protegen nuestro cuerpo de infecciones. Los gérmenes resistentes a los antibióticos sobreviven y se multiplican. Estos gérmenes sobrevivientes tienen rasgos de resistencia en su ADN que pueden propagarse a otros gérmenes.

CAUSAS DE LA CRISIS DE RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS

Uso excesivo

Ya en 1945, Sir Alexander Fleming advirtió sobre el uso excesivo de antibióticos cuando dijo: “el público demandará [el medicamento y]… entonces comenzará una era… de abusos”. El uso excesivo de antibióticos claramente impulsa la evolución de la resistencia. Los estudios epidemiológicos han demostrado una relación directa entre el consumo de antibióticos y la aparición y diseminación de cepas bacterianas resistentes. En las bacterias, los genes pueden ser heredados de parientes o pueden ser adquiridos de no parientes en elementos genéticos móviles como plásmidos. Esta transferencia horizontal de genes (THG) puede permitir que la resistencia a los antibióticos se transfiera entre diferentes especies de bacterias. La resistencia también puede ocurrir espontáneamente a través de mutaciones. Los antibióticos eliminan a los competidores sensibles a los medicamentos, dejando las bacterias resistentes para reproducirse como resultado de la selección natural. A pesar de las advertencias sobre el uso abusivo, los antibióticos se prescriben en exceso en todo el mundo.

Poca disponibilidad de antibióticos nuevos

El desarrollo de nuevos antibióticos por parte de la industria farmacéutica, una estrategia que había sido efectiva para combatir las bacterias resistentes en el pasado, se ha estancado esencialmente debido a obstáculos económicos y regulatorios. De las 18 compañías farmacéuticas más grandes, 15 abandonaron el campo del antibiótico. Las fusiones entre compañías farmacéuticas también han reducido sustancialmente el número y la diversidad de los equipos de investigación. La investigación sobre antibióticos realizada en el mundo académico se ha reducido como resultado de los recortes de financiación debido a la crisis económica.

El desarrollo de antibióticos ya no se considera una inversión económicamente inteligente para la industria farmacéutica, debido a que los antibióticos se usan por períodos relativamente cortos y, a menudo, son curativos; los antibióticos no son tan rentables como los medicamentos que tratan afecciones crónicas, como diabetes, trastornos psiquiátricos, asma o reflujo gastroesofágico. Además, otro factor que hace que el desarrollo de antibióticos carezca de atractivo económico es el costo relativamente bajo de los mismos.

La prueba de Procalcitonina

La prueba de procalcitonina (PCT) mide el nivel de procalcitonina en la sangre. Normalmente, se tienen niveles muy bajos de procalcitonina en la sangre. Sin embargo, si existe una infección bacteriana seria, las células de muchas partes de tu cuerpo liberarán procalcitonina en tu torrente sanguíneo. Un nivel alto de procalcitonina en tu sangre puede ser un signo de una infección seria o sepsis.

La sepsis (también llamada septicemia) es la respuesta extrema del cuerpo a una infección, por lo general bacteriana. Ocurre cuando una infección en una parte del cuerpo, como la piel o las vías urinarias, se propaga al torrente sanguíneo y provoca una reacción en cadena por el cuerpo. Esto causa inflamación y coágulos sanguíneos. Sin un tratamiento rápido, la sepsis puede provocar daño a tejidos, insuficiencia de los órganos e incluso la muerte.

Con frecuencia, las infecciones que pueden provocar sepsis empiezan en los pulmones, las vías urinarias, la piel o el sistema digestivo. La prueba de procalcitonina puede ayudar a tu médico a hacer un diagnóstico si tienes sepsis por infección bacteriana o si tienes un alto riesgo de desarrollar sepsis. Esto puede ayudar a obtener el tratamiento adecuado rápidamente, antes que tu condición empeore.

La PCT también muestra una buena precisión diagnóstica para distinguir la infección bacteriana de la viral. El uso de la PCT como marcador, ha ayudado ayuda para una disminución significativa en el uso de antibióticos.

Finalmente, la PCT se pueden usar para monitorear la eficacia de la terapia con antibióticos en pacientes. Los protocolos de tratamiento con antibióticos guiados por PCT han sido efectivos para reducir el uso innecesario de antibióticos al reducir el inicio de antibióticos y alentar la interrupción temprana.

Distinguir la inflamación infecciosa de la no infecciosa en pacientes en estado crítico puede ser un desafío. La PCR y la PCT son complementos útiles de otros parámetros clínicos. Ambos son relativamente económicos y están ampliamente disponibles, lo que garantiza su uso en el futuro previsible. Comprender cómo interpretar estos marcadores correctamente es importante para los médicos.

Prevención y control

Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos, las personas pueden:

  • Solo usar antibióticos cuando los recete un profesional de la salud certificado.
  • No exigir antibióticos si su doctor dice que no los necesita.
  • Siempre seguir los consejos de su doctor cuando uses antibióticos.
  • Nunca compartas ni use antibióticos sobrantes.
  • Prevén las infecciones lavándote las manos regularmente, preparando los alimentos de manera higiénica, evitando el contacto cercano con personas enfermas, practicando sexo más seguro y manteniendo las vacunas al día.
  • Prepara los alimentos de manera higiénica, siguiendo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS (mantener limpios, separar crudos y cocidos, cocinar bien, mantener los alimentos a temperaturas seguras, usar agua y materias primas seguras) y elegir alimentos que hayan sido producidos sin el uso de antibióticos para promoción del crecimiento o prevención de enfermedades en animales sanos.

 

Autor: Maria B. Sánchez

REFERENCIAS:

  1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4378521/
  2. https://www.cdc.gov/drugresistance/about/how-resistance-happens.html
  3. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/antibiotic-resistance
  4. https://www.thermofisher.com/procalcitonin/us/en/understanding-procalcitonin.html?cid=0se_gaw_25052021_S24YWY
  5. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780323640688000559
  6. https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/prueba-de-procalcitonina